El día de la cita previa

Una vez realizada toda la documentación en Perú, que preparé en un mes aproximadamente,  se la envié a mi novio para que él la entregara en el  Registro Civil. La abogada nos estuvo dando largas para entregarla porque decía que tenía que buscar un procurador que llevaría toda la documentación, en realidad el problema no era el procurador sino la poca información que tenía sobre el procedimiento en el Registro de Madrid.

Nos buscamos al abogado nada mas y nada menos que en Valencia, no había ninguno mas cerca, pensarán, pero el hecho fue, que este grupo de abogados era de un bufete que se dedicaban a los casos de matrimonio de gays y lesbianas. Este hecho nos dio confianza, y le preguntamos si por ser de Madrid, podían llevarnos el expediente, ellas accedieron, aunque con el tiempo vimos que no fue una buena elección para nosotros. 

Esto lo contamos porque si tienen pensado contratar alguna vez los servicios de un abogado, no por ello va a salir mejor. La mejor opción es la investigación personal, porque todos los casos son muy particulares y la información más fiable la dan en los registros y en la embajada.

Mi novio ya cabreado por todo el tiempo perdido, decidió ir por su cuenta al Registro y pedir una cita previa, la cual se la dieron para el mes siguiente. Felizmente la documentación aun estaba en vigor, porque solo tiene validez por tres meses a excepción de la partida de nacimiento que es de un año.

El 06 de mayo de 2011 fue la fecha elegida para entregar la documentación  anteriormente detallada, no faltaba nada, gracias a que mi marido la completó con los requisitos que exigían en Madrid, pues la información que nos dio la abogada estaba incompleta.

No fue fácil el trámite porque aunque teníamos todo el papeleo, la auxiliar judicial que le atendió veía en mi partida de nacimiento un error que no existía, esto fue lo mas anecdótico en la cita previa. 

A la cita previa acudió con un testigo, requisito indispensable para abrir el expediente.